Una vuelta por los rincones

Córdoba es una de las ciudades más emblemáticas, mágicas, e históricas de todo el mundo. ¿Creéis que es una exageración? Podéis buscar en internet cuál fue considerada la capital del mundo, os sorprenderá. Actualmente, si bien no es la capital del mundo, sigue conservando varias reliquias históricas, y de hecho alguna que otra es nada menos que patrimonio de la humanidad…

Cuando viajamos (uno de los placeres más frecuentes de las personas), todos queremos explorar al máximo el sitio al que llegamos. Nuevas personas, culturas, lugares, historias, etc. El problema es que muchas veces es complicado encontrar una forma de reunir toda la información en un solo punto, y muchas personas visitan los lugares por libre y pasando por alto infinidad de detalles. Por eso, si estáis planificando el siguiente viaje de vuestras vidas, y el cuerpo os pide un destino legendario, visita Córdoba.

En esta ocasión vamos a ver por qué es casi obligatorio contar con la función de un guía para visitar esta ciudad.

BELLEZA

Cuando se buscan planes en una ciudad nueva, lo más normal es comenzar siempre por los lugares más bonitos y emblemáticos de cada destino. Si pensamos por dónde empezar a visitar Córdoba, la respuesta es cerrada, por la Mezquita-Catedral. La mezquita es uno de los lugares que más historias encierra tras sus muros, y los guías están especializados en ellas, y en los secretos más ocultos de las mismas. Si organizamos una visita a la mezquita de Córdoba, los guías no nos dejarán pasar por alto ninguno de los detalles tan bellos que decoran todos los espacios. Esto no solo se aplica a la mezquita, sino a cualquier sitio que forme parte de nuestro itinerario, ya que Córdoba es una ciudad cargada hasta los topes de pequeños rincones y callejuelas preciosas. Con un guía, nos aseguramos de que nuestras cámaras no se dejen nada sin fotografiar.

HISTORIA

Como hemos dicho, si algo tiene Córdoba aparte de belleza, es historia. Igual que cuando tenemos un objeto de valor sentimental, y su historia es lo que le da su valor, con esta ciudad sucede lo mismo. No solo son sus monumentos y espacios en sí los que llaman la atención, sino también las historias que los envuelven. Una de las zonas más históricas, es el casco antiguo, en el cual podemos hacer la visita a la mezquita y judería de Córdoba. A través de sus calles y sus espacios, los guías se detienen minuciosamente a recordar las historias de cada rincón, y podemos asegurar que siempre acaban sumándose espectadores, incluso mismos cordobeses, para no olvidarse nunca de sus raíces o descubrir algunas si cabe.

Teniendo en cuenta que por la ciudad han pasado civilizaciones de diversas culturas, y todas han dejado huellas, no hay nada mejor que dejarnos guiar y explicar todas las páginas de esta enciclopedia de piedra.

POSIBILIDADES

Otra de las ventajas de contar con un guía, es que podemos obtener muchísimas ideas sobre qué hacer en Córdoba, ya que tanto por sus consejos como por los sitios que visitamos, podemos hacernos una idea de cómo es la ciudad para luego poder ir libremente caminando por sus calles. Lo bueno que tiene esta ciudad, es la versatilidad de sus planes. La mayoría de las personas se entretienen por las mañanas conociendo todos los monumentos con visitas guiadas (que no son pocos), y cuando cae el sol visitan otras calles y terrazas llenas de encanto, así como parques y zonas abiertas en las que pasar un buen rato con la compañía que hayamos elegido.

Sin duda, Córdoba es una ciudad que no deja indiferente a nadie. Contando con tantos planes por hacer, se convierte en ese típico destino al que tanto jóvenes como adultos quieren volver, porque vuelves a casa con nuevas experiencias, nuevos conocimientos, y con mucha diversión a las espaldas. Deja que los guías hagan de anfitriones en su hogar.

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