Haciéndome eco de cualquier acontecimiento astronómico, plasmo la noticia acerca de la llegada de la nave Phoenix a la superficie marciana.
“La humanidad ya tiene su primer explorador robótico en las vastas planicies boreales de Marte. Tras casi 10 meses de viaje, la nave estadounidense Phoenix amartizó con éxito y ya ha enviado sus primeras imágenes.
Imagen de la NASA que muestra a la nave Phoenix con una bandera de EE UU y un DVD con relatos de ficción y los nombres de 250.000 personas.
Esta imagen, una de las primeras capturadas por la nave de la NASA Phoenix Mars Lander, nos muestra las vastas planicies de la región polar boreal de Marte. Se observa un paisaje plano recubierto por pequeños guijarros, donde el terreno está fracturado siguiendo un patrón poligonal. Este tipo de fracturas se observan con frecuencia en latitudes altas en Marte, así como en los terrenos tipo permafrost de la Tierra. Las fracturas poligonales se cree que se originan como resultado de ciclos estacionales de congelación y descongelación experimentados por el hielo superficial.
Phoenix tomó tierra en el Planeta Rojo a las 23:53 horas (Tiempo Universal Coordinado, UTC) del 25 de Mayo de 2008, en un lugar del ártico marciano denominado Vastitas Borealis, a 68 grados de latitud norte y 234 grados de longitud este.
Esta es una imagen en color aproximado, tomada poco después del aterrizaje por el instrumento de captura de imágenes estereoscópicas de superficie o Surface Stereo Imager de la nave, utilizando dos filtros de color; uno violeta de 450 nanómetros y otro infrarrojo de 750 nanómetros.
La misión Phoenix es un proyecto liderado por la Universidad de Arizona en Tucson, actuando en nombre de la NASA. La gestión del proyecto la lleva a cabo el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California. La nave fue desarrollada y construída por Lockheed Martin Space Systems en Denver.
Vastitas Borealis, las vastas planicies boreales del ártico marciano, a través de los ojos de la nave Phoenix Mars Lander de la NASA.
Entre los objetivos de la Phoenix está la toma de muestras del permafrost marciano (un 70% de hielo y un 30% de tierra) para analizarlo. Si no hay contratiempos, la semana que viene la sonda estará preparada para empezar a excavar en Marte y recoger muestras durante tres meses.
La sonda costó 300 millones de euros y está diseñada para estudiar el ciclo de deshielo en la región polar marciana, la hidrogeología, y para intentar averiguar si pudo haber allí en el pasado condiciones aptas para la vida, pero no lleva instrumentos capaces de detectar organismos.