¿Tienes en mente emprender algún modelo de negocio de comercio online? ¿Desconoces de qué forma se captan clientes y cómo aumentarlos? ¿Planeas realizar campañas publicitarias pero no sabes cómo encaminarlas?
Vamos a intentar acercaros algunas nociones sobre lo que es importante a la hora de plantear un comercio online, esperando que os sean de ayuda para dar forma al vuestro. Estas directrices nos pueden servir tanto si estamos pensando en crear una nueva plataforma, como si queremos sacarle más partido a la que ya tengamos.
Hace poco años, las plataformas de comercio online poseían un sistema de conversión simple. Esencialmente, los usuarios y futuros clientes entraban a los portales gracias al posicionamiento SEO, que es la forma que tenemos de optimizar nuestra autoridad y presencia en los buscadores de Internet. También podían ser acciones SEM, que generalmente son campañas de anuncios de pago en buscadores. El mecanismo es evidente, ya que los clientes llegaban al portal, navegando en la búsqueda de productos del sitio web. Luego, o bien se iban si no estaban convencidos, o compraban el producto.
Esto no es que haya cambiado ni mucho menos, pero existen más métodos para conseguir clientes y el mecanismo se ha complicado y diversificado. Ahora los clientes ya no navegan por los portales tanto como solían hacer antes, sino que desde el propio buscador web entran directamente a las páginas de los artículos concretos, ya que incluso pueden ver los precios desde el propio buscador (sección shopping de Google, por ejemplo).
Con esta situación podemos comprobar que el posicionamiento SEO es una herramienta clave para cualquier negocio online, ya que los usuarios nos encontrarán gracias a nuestra visibilidad en los buscadores. Por eso debemos prestar atención a las palabras clave, las cuales cobran de vital importancia para vender cualquier artículo.
Las ventas normalmente empiezan lejos de la misma plataforma. Actualmente las redes sociales han cobrado un enorme protagonismo y se han sumado a las vías esenciales para adoptar clientes directamente o para dar voz y renombre a los productos y marcas. Es por ello que frente a las palabras clave de los buscadores, ahora podemos centrarnos en los hashtags en Instagram para ser visibles en esta red social. También cabe estudiar qué red social es más conveniente para nuestro negocio, ya que los segmentos sociales o de edad son relevantes para conseguir usuarios que se transformen en ventas útiles al final. No basta con recibir visitas, sino que esos usuarios se conviertan en compradores. El mundo de las redes sociales complica más si cabe las técnicas que tendremos que llevar a cabo para mejorar nuestra plataforma.
Aparte de las redes sociales, existen campañas de mailing, en las que se envían mensajes por e-mail ofreciendo nuestros servicios o productos, así como publicidades directas en otras webs en forma de texto, banners, imágenes, etc. Estas técnicas también se consideran directas, al contrario que las técnicas SEO, que tienen resultados a largo plazo y son más indirectas.
Para complicar más la cosa, las plataformas más conocidas conocen los gustos de los clientes basándose en búsquedas y experiencias anteriores, por lo que no sugieren los mismos productos a todos los usuarios. Google o Amazon trabajan de esta forma a través de cookies, algoritmos o historiales, mostrando artículos personalizados a los gustos y necesidades de los clientes. De esta forma se busca una publicidad inteligente que sea más eficiente y favorezca una venta fructífera.
Otro asunto a tener en cuenta en cualquier negocio online es la fidelización de los usuarios, o sea, que los clientes disfruten de la experiencia comprando en un sitio web para que vuelvan a comprar en el futuro. Para conseguir esta difícil característica, se pueden generar listas de preferencias, mostrar sugerencias, poseer un extenso repertorio de artículos, asegurarnos de que la experiencia a la hora de navegar o comprar son satisfactorias, tener diversidad en las formas de pago, que la atención al cliente sea eficiente y positiva, etc.
Ante todo se busca la rapidez en la compra y que el cliente cuando vea un producto, pueda comprarlo casi en un solo clic. De hecho algunas empresas punteras ya poseen estos sistemas en los que la rapidez prima para mejorar las ventas.
Si ya poseemos una plataforma de comercio electrónico o estamos pensando en crear una, es primordial conocer la clase de plataforma online que nos conviene. Para ello debemos estudiar qué relación existe o habrá con el cliente en el comercio, teniendo en cuenta datos como el índice de clientes que vuelven a comprar en el portal web.
Existen modelos de negocio más desconocidos, pero que pueden funcionar igualmente si poseemos un buen escaparate y usuarios recurrentes. Como ya mencionaron en Albacete Abierto, el sistema de dropshipping es ideal si no nos apetece encargarnos de la parte logística, pero aun así poseemos la suficiente visibilidad. En el dropshipping nosotros realizamos la venta y nos llevamos una comisión por ello, pero en ningún momento manejamos el artículo, ya que de eso se encarga otra empresa, la cual almacena los productos y los envía al cliente final. Digamos que nosotros solamente servimos de escaparate, pero no poseemos los productos realmente.
Otro sistema parecido es el de referidos, en el que recomendamos a nuestros visitantes ciertos productos y nos llevamos una comisión por ello, pero en medio nosotros no gestionamos la venta como sí se haría con el dropshipping.