Pillada en la oficina
– ¡Nena! Menea el culo rapidito y súbeme un café con dos bollitos, anda guapa. ¡Pero ya!.
Al otro lado del teléfono se oye una voz varonil que dice:
– ¡Gilipollas! Te has equivocado de extensión. ¿sabes con quién estás hablando? Estás hablando con el director general, ¡imbécil!
Y el otro contesta:
– ¿Y tu qué?, ¡explotador de los huevos, pedazo de hijoputa!, ¿sabes con quién estás hablando tú?
El director general responde:
– No.
Y el empleado contesta:
– Uff, menos mal…- y cuelga.
Camarero, una de arroz
Uno que va a un restaurante.
Camarero: – De primero, ¿qué desea el caballero?
Cliente: – Mmm, de primero tomaré ensalada de arroz.
Camarero: – ¿Y de segundo?
Cliente: – De segundo… arroz a banda.
Camarero: – De postre, ¿qué va a tomar el señor?
Cliente: – De postre… arroz con leche.
Camarero: – ¿Terminó ya el señor?
Cliente: – Sí, estaba todo delicioso.
Camarero: – Si lo desea el señor, la orquesta puede tocar una pieza en su honor, ¿desea alguna en particular?
Cliente: – Hombre claro, que toquen a Roz Stewart.
Papá
– Papá, ¿de mayor seré soldado?
– Hombre hijo, si te rompes, sí.
Encuentro de amigos
Dos amigos se encuentran al cabo de un tiempo…
– Hombre Pepe, ¡cuanto tiempo! ¿qué tal con la novia?
– Ya no es mi novia…
– Mejor, porque era un putón que no veas…
– …es mi esposa.
Jacinto
(Leer con acento mexicano)
– ¿Y tú como te llamas?
– Jacinto.
– Aaah, que nombre más largo. ¿Y porqué no te llamas Ja?
– Porque si me quito el cinto… se me caen los pantalones…
Un hindú, un árabe y un español
Llegan un hindú, un árabe y un español a un hotel de un pueblito y piden un cuarto para tres.
– Sólo me queda un cuarto, que es para dos, pero si no les incomoda, tengo espacio en el establo para uno se duerma ahí.
Los tres individuos deciden tomar el cuarto y en eso dice el hindú:
– Si quieren, yo me voy a dormir al establo y ustedes duermen en el cuarto.
A los cinco minutos tocan a la puerta del cuarto:
– ¿Quién es?
– Soy el hindú, lo que pasa es que en el establo hay una vaca, y como es un animal sagrado para nosotros, no puedo dormir donde duerme una vaca.
En eso, el árabe dice:
– No se preocupen, si quieren, yo me duermo en el establo.
A los cinco minutos tocan a la puerta del cuarto:
– ¿Quién es?
– Soy el árabe, lo que pasa es que en el establo hay un cerdo, y es un animal desagradable para nosotros, no puedo dormir donde duerme un cerdo.
En eso, el español dice:
– No se preocupen, yo me iré a dormir al establo.
A los cinco minutos tocan a la puerta:
– ¿Quién es?
– Somos la vaca y el cerdo.
Felación
El cura de un pueblo que se tiene que marchar urgentemente al Vaticano, y deja encargado de la iglesia al más beato del pueblo:
– Tú no te preocupes, que la misa ya te la sabes de memoria, y para el confesionario ya te he dejado una lista con todos los pecados y sus penitencias.
Total que llega la hora de confesar y llega el primero:
– Padre, confieso que tuve pensamientos impuros con la Tomasa.
El otro mira en la lista:
– Pensamientos impuros, pensamientos impuros… ¡Aquí está! Pensamientos impuros: 3 padresnuestros y 4 avemarías.
Llega la siguiente:
– Padre, me confieso de haberle hecho una felación a mi novio.
– A ver. Felación, felación…….¡Vaya! No está en la lista.
En eso que se asoma y ve pasar al monaguillo y le pregunta:
– ¿Tú sabes lo que pide el cura por una felación?
– No sé. A mí me da una Coca-cola.
Adulterio vergonzoso
– ¡Señora! ¡Su marido se acuesta con todas las vecinas!
– ¡Huy, qué vergüenza! ¡Con lo mal que hace el amor!
300 caballos
Esto es un payés que iba por un camino de cabras montado en una mula… tot xiruxano…ta tan ta tan… ta tan ta tan…
Al rato aparece un tío con un Ferrari, mete una frenada delante del payés, se pone a su altura y le dice:
– ¡Pero tiooo! ¿dónde vas con esa muuuula? Si eso no tira ni pa diosss.
El payés:
– Pues donde quieres que vaya, pues como siempre, al pueblo que me voy.
El colega:
– Na hombre naaaa… tú te tienes que comprar una maquina como esta, 300 caballos por lo menos.
El payés flipando:
– ¡Tres cientos caballos y yo con una mula, qué barbaridad…!
En eso que el colega se despide:
– Bueno payés, ahí te quedas…- y sale derrapando con las ruedas; un ruido impresionante y el payés jiñado.
En eso que al cabo de una hora, el payés que aun estaba alucinado por lo que había visto, se acerca a una curva en la que había un acantilado, justo antes de entrar en el pueblo. Entonces ve desde lo lejos, abajo del acantilado, junto al rio y empotrado contra un árbol, al tío listo, junto a su Ferrari…
En eso que el colega lo ve desde a bajo y empieza:
– EEH HOOO… AQUIII EEEH HOOO…
Y el payés desde lo alto de la mula:
– ¿QUEEE DANDO DE BEBER A LA MANADAAA VERDAAAD?
Así se hacen los negocios
Salim dice a su hijo:
– Hijo, quiero que te cases con una dama que ya escogí.
El hijo responde:
– Pero padre, yo quiero escoger a mi mujer.
Salim dice a su hijo:
– Mi querido hijo, ella es hija de Bill Gates.
El hijo responde:
– Bueno, en ese caso acepto.
Entonces Salim se reune con Bill Gates…y le dice:
– Bill, ya tengo al marido ideal para su hija.
Bill Gates responde:
– Pero mi hija es muy joven aún para casarse.
Salim dice a Bill Gates:
– Tal vez, pero este joven es el Vicepresidente del Banco Mundial.
Bill Gates responde:
– En ese caso, creo que lo podemos arreglar, convenceré a mi hija para que acepte al muchacho.
Finalmente, Salim se reúne con el Presidente del Banco Mundial…
– Señor Presidente, tengo a un joven recomendado para ocupar el cargo de Vicepresidente de este banco…
Presidente: – Pero ya tengo muchos vicepresidentes, inclusive más de los que son necesarios realmente.
Salim: – Lo que pasa es que este joven es el yerno de Bill Gates.
Presidente: – En ese caso… considérelo contratado.
El naúfrago
Un naufrago lleva ya tres meses en una isla desierta, y un día, estando tirado al sol en la playa, viene una ola gigantesca que arroja sobre la arena a una tía imponente vestida con un ajustadísimo traje de neopreno con cremallera delantera.
La maciza se acerca al tipo y le dice:
– Estoy aquí para satisfacer tus deseos. Pídeme lo que quieras.
A lo que el naufrago le responde:
– Pues hombre… después de tres meses aquí, sólo, desesperado, lo que me apetece de verdad es tomarme un buen café bien cargado…
Dicho y hecho. La tía chasca los dedos, y ¡zas!, aparece en la mano del tío una taza de café; se lo toma, y la tía insiste, utilizando un tono cada vez más sugerente:
– Y ahora, ¿qué más deseas?
Y él, pensativo:
– Pues… después del café, lo que me gustaría de verdad es fumarme un buen puro.
Y ella de nuevo ¡zas! y aparece un Cohíba monumental. El menda se lo fuma, y cuando termina, ella ya se insinúa descaradamente, y acercándose a él comienza a desabrocharse de manera sensual la cremallera del traje de neopreno.
– Y ahora, cariño…
Y entonces él le dice:
– ¡No jodas que ahí dentro traes el Marca!
Cacahuetes
En un autobús repleto de viejos y viejitas, en una gira especial para gente de la tercera edad, una viejita le toca el hombro al chofer y le da un buen puñado de cacahuetes sin cáscara.
El chofer sorprendido le da las gracias y se los come con agrado. Cinco minutos después, la abuelita repite; el chofer vuelve a agradecerle el gesto y se come sus cacahuetes. Cinco minutos más tarde viene el otro puñado.
Al cabo de unos diez puñados, el chofer ya no puede y le pregunta :
– Dígame abuelita, es muy gentil de su parte atiborrarme de cacahuetes, pero usted no cree que, ¿a lo mejor sus cuarenta amigos y amiguitas querrían también un poco?
– No joven, no tenemos dientes para masticarlos y sólo chupamos el chocolate que los recubre.
Me ha gustado el del náufrago. Suele pasar a menudo, jajaja.
Saludos.
A mi me han hecho mucha gracia el del encuentro de amigos, y el de pilladas en la oficina.
El mejor es el de hacer negocios y el de los cacahuetes. Pa mondarse