A la hora de crear un blog, debemos tener en cuenta varios aspectos, ya que iniciar un proyecto así requiere tener las ideas claras para conocer la mejor forma de presentarlas y saber lo que queremos hacer. Para ello vamos a exponer algunos consejos que seguramente os serán de gran ayuda si queréis dar vuestros primeros pasos en el mundo del blogueo.
Concebir el propósito del sitio web
Si estás leyendo esto, posiblemente ya tengas en mente el objetivo del blog, pero no está de más afianzar los cimientos del proyecto realizándote unas preguntas. La necesidad de poseer un blog puede obedecer normalmente a dos vertientes: una es la de sacar un rendimiento o interés a la página, y la otra es la de realizar el blog simplemente por el gusto de escribirlo y por amor al arte. Teniendo en cuenta experiencias propias y de otros casos, los proyectos que más suelen durar son los que nos ofrecen alguna clase de compensación; bien puede ser simplemente monetaria, o por alguna razón publicitaria en la que ofreceremos algo para igualmente conseguir algún beneficio (por ejemplo, si queremos publicitar nuestro grupo musical o las fotografías que realizamos en nuestro estudio de fotografía).
Ser constante es algo duro cuando hablamos del mundo del blogueo, por eso si vamos a abrir nuestro blog como afición, debemos estar preparados para lo peor: parecer que nadie nos lee o pasar por etapas en las que no nos apetezca escribir. Por eso nuestro consejo en este caso es que te lo tomes con filosofía y dejes de verlo como algo profesional. No siempre vas a poder publicar todos los días, ni tener el mismo ritmo, así que mejor olvidarse de plazos de entrega en los posts. Debes publicar sin ninguna clase de presión o de obligación, y entender el proyecto como tal; se publica por el placer de escribir eso que queremos transmitir, sin esperar nada a cambio; no podemos esperar miles de visitas ni tampoco debemos obligarnos a escribir con plazos rígidos. Tomándose el proyecto como una especie de diario en el que disfrutemos escribiendo sin más, el blog tendrá un mayor recorrido.
En el caso de tener un interés económico o publicitario sobre algo, el propio recorrido del sitio web lo dispondrá el éxito que tenga el blog, así que no hay mucho secreto. Bueno, evidentemente el esfuerzo y el trabajo duro. Hay que entender que los comienzos serán desesperanzadores, por eso es bueno cuidar todos los aspectos del blog, y primordialmente el del contenido del sitio web.
Concebir la idea sobre el sitio web
Relacionado con lo primero que hemos tratado, está el asunto sobre la temática del blog. Igualmente si estás pensando en abrir un sitio web, es porque ya has reflexionado sobre qué irá la página, pero también cabe pararse a pensar y afianzar lo que expondremos. Una buena idea es buscar blogs sobre temáticas parecidas a la nuestra y visitarlos para comprobar lo que ofrecen. A modo de inspiración, pueden servirnos para darle cuerpo a nuestras ideas o bien reparar en temáticas que queremos tratar también y en las que no habíamos pensado.
Por otra parte, también hay que respetar que nuestro proyecto puede ir evolucionando, y es algo normal. Las necesidades van surgiendo sobre la marcha, los temas van y vienen, y nuestros intereses pueden cambiar por diferentes motivos.
Blog gratuito o de pago
Según lo que necesite el proyecto que queramos emprender, podemos decantarnos por un blog gratuito o uno de pago. Debemos entender que poseer nuestro blog en un entorno gratuito, no nos deja mucho margen para tener potestad sobre él. Siempre dependeremos de las políticas de la empresa que nos ofrezca el servicio de blogging, y de alguna manera, no tendremos la sartén por el mango. La única ventaja es el desentendernos de su mantenimiento, pero por otra parte, nos limita a la hora de darle añadidos al blog para montarlo a nuestro gusto. Las restricciones pueden provocar que nos perdamos agregar complementos o funciones al blog, así que eso debemos tenerlo en cuenta.
Un entorno de pago es siempre mejor porque nos permite disfrutar de un blog con todas sus posibilidades. El contenido que tengamos en nuestro blog será nuestro, lo que nos dará un mejor dominio sobre él. Como hemos expuesto, las posibilidades de añadir complementos son mejores si tenemos un blog propio, y en general, el resultado será más profesional si vamos en busca de un blog serio y un proyecto a largo plazo. Aparte, a día de hoy existen precios muy competitivos y diversos, por lo que prácticamente no supondrán un desembolso grande; de hecho existen infinidad de plataformas para crear sitios web a precios irrisorios. Si no estamos seguros al principio, podemos empezar con unas prestaciones menores y económicas para más tarde elegir planes más potentes dependiendo del crecimiento de nuestro blog.
Elegir el alojamiento o hosting
En el caso de preferir un entorno de pago para nuestro blog, habrá que decidir el hosting o alojamiento con el que nos quedaremos. El alojamiento se basa en una empresa que nos ofrece un servidor, que es el ordenador que mostrará nuestro blog a los internautas las 24 horas y los 365 días del año. A la hora de escoger el hosting, debemos entender las necesidades que requerirá nuestro sitio web para que todo funcione correctamente.
Teniendo en cuenta que hablamos de dar nuestros primeros pasos en el mundo del blogueo, tampoco es que podamos saber a ciencia cierta la clase de máquina que necesitaremos. Como habíamos dicho, podemos empezar con un alojamiento asequible y luego poder escoger un hosting más potente y caro según necesitemos. Otra cosa es que de entrada tengamos entre manos un proyecto muy ambicioso y queramos poner toda la carne en el asador, por lo que podemos decantarnos directamente por un alojamiento potente.
En el mundo del hosting, existen servidores dedicados y servidores compartidos. La diferencia es que en un servidor dedicado disponemos de toda la máquina para nosotros, y en un servidor compartido, nuestra página coexiste en el mismo ordenador con otros sitios web. Esta segunda opción suele ser más barata, pero el rendimiento suele ser peor porque todos los sitios web están utilizando la potencia del mismo ordenador. Aquí interviene la calidad del servicio de la compañía, y existen empresas que controlan mejor que otras. No es lo mismo meter en el mismo servidor 15 sitios web, que meter 200.
Normalmente en los servidores compartidos, si rebasamos una cierta cantidad de visitas (si nuestro proyecto es todo un éxito y consume demasiados recursos), la empresa nos invitará a salir de ese alojamiento compartido para elegir un hosting superior. Eso sí, que conste que esta situación es buena señal y significa que tenemos muchas visitas en el blog.
También existen alojamientos intermedios, como los VPS (Servidor Virtual Privado). En este servicio varios clientes coexisten en el mismo servidor, pero cada uno de ellos tiene su espacio reservado con sus prestaciones contratadas que no comparte con sus vecinos. Es una especie de servidor dedicado, pero algo más asequible.
Escoger el dominio
Otro paso que debemos escoger con cuidado es tanto el nombre del blog, como el dominio o dirección web que lo albergará.
El nombre del blog debe tener gancho, ser original o identificar el contenido o temas que trataremos. Depende de cómo queramos enfocar el tema, porque aunque «Comprar sartenes» sería un nombre con un toque rancio y extraño, no hay duda que identificará un sitio web para adquirir sartenes. Por otra parte, «Iron Chef» puede ser un sitio web para vender sartenes con un nombre más atractivo, pero que a simple vista no identifica mucho la finalidad del blog. Así que no existe una clave definitiva para escoger un nombre correcto, ya que intervienen demasiadas variables. Lo mismo puede funcionar bien un nombre evidente y aburrido, que uno super cool y extravagante.
El nombre debe comunicar la imagen y el mensaje que queramos transmitir. Puede ser el nombre de la marca del negocio («Microsoft»); o una frase de 2 ó 3 palabras con gancho («Yo también cocino»); nuestro nombre si vamos a ofrecer algo muy personal («Frank Ferdinand Costa»); emplear palabras clave sobre lo que tratemos «Muebles Baratos»; o bien elementos mixtos (mezcla de palabras claves y marca: «Muebles Baratos Kevin»).
El dominio beberá de este nombre del blog, aunque también poseerá una extensión final (.com, .es, .net). En el dominio es mejor evitar los caracteres raros como guiones, eñes, acentos, etc. Tampoco partes que se presten a la confusión, como números, ya que el navegante no sabrá si escribirlos empleando dígitos o letras; el mismo caso ocurre por combinaciones de palabras que terminan y empiezan con la misma letra («Muebles Serafín», la persona no sabrá si es mueblesserafin o muebleserafin); otros consejos que tampoco son un gran secreto, es que sean fáciles de recordar, que sean identificables y que sean cortos. Por ejemplo, aunque los nombres en inglés queden muy sofisticados, debemos tener en cuenta que no todo el mundo sabe escribir las palabras correctamente en este idioma.
El último asunto a tener en cuenta es la extensión del dominio. Por regla general es mejor emplear el .com porque es el más extendido y usual. A no ser que necesites algo muy específico, mejor huir de los .net, .org o los regionales de países como .es, que delimitarían mucho el público al ámbito de España, por ejemplo. En términos generales no existe una mejor ventaja por escoger extensiones inusuales, y más vale decantarse por un .com, aunque haya que modificar el nombre de dominio.
El CMS o Sistema de Gestión de Contenidos
Para agregar contenidos, posts o artículos al blog, necesitamos un programa que nos ayude a hacerlo de una manera fácil y cómoda. Para ello están los CMS o Sistemas de Gestión de Contenidos, que nos permiten escribir, editar y darle una estructura a las publicaciones o al diseño visual del sitio web. De alguna manera, suponen el esqueleto del blog, por lo que más vale escoger bien. Aunque hay muchos CMS, como Joomla, Drupal, Moodle, o incluso Prestashop para realizar tiendas online, la verdad que el más extendido y recomendable es WordPress.
WordPress posee una gran comunidad de apoyo para mantenerlo, leer tutoriales, añadir complementos, disfrutar de diseños web o solucionar problemas, por lo que podremos arreglar cualquier asunto o duda con mayor éxito. Su manejo es muy sencillo e intuitivo, con una personalización excelente y actualizaciones periódicas para mejorar sus prestaciones. Otro punto a su favor es que favorece enormemente el SEO, por lo que suele ser la mejor elección si queremos que nuestro sitio web sea un éxito y tenga muchas visitas.
Si nos decantamos por WordPress, os aconsejo seguir este tutorial de Hostinger en el que nos detallan cómo realizar la instalación y seguir los primeros pasos cuando tengamos el blog recién alojado.
El diseño del blog
Como todo en esta vida, el aspecto es importante y las cosas entran por los ojos. Por eso el diseño del sitio web es otro de esos pasos que debemos cuidar al máximo. Si tenemos nuestro blog corriendo bajo WordPress, nos ahorraremos mucho trabajo y esfuerzo, ya que existen infinidad de plantillas ya confeccionadas listas para usar o que podemos modificar cómodamente. Simplemente debemos escoger la que mejor se adecue a lo que buscamos visualmente y revisar que tenga las funciones y estructura que mejor casen con la experiencia de usuario que queramos ofrecer.
No existe un consenso sobre el diseño que tengamos que elegir, por eso no se pueden dar claves definitivas tampoco. Todo depende de lo que vayamos a ofrecer. Existen diseños que favorecen algunas clases específicas de blog. Por ejemplo, uno dedicado a la fotografía cuenta con diseños parecidos al de Instagram que realza el impacto visual de las imágenes; al igual que blogs dedicados a vídeos cuentan con plantillas ideales para mostrar vídeos de una manera elegante, y otros que imitan a revistas tienen plantillas en formato de cuadrículas muy interesantes.
Aun así siempre se pueden recomendar algunas pautas:
– Un blog sencillo y minimalista siempre está más cerca de una imagen profesional y seria. Un blog totalmente blanco relega la importancia al contenido, lo cual puede suponer una ventaja muchas veces. Con darle un mínimo detalle o símbolo, podemos conferirle nuestro sello personal.
– Evitar recargar el diseño con numerosas formas de navegar u opciones innecesarias. Es mejor algo sencillo e intuitivo.
– Ten en cuenta el tiempo de carga de la página, ya que es un valor que los buscadores como Google premian. Recargar el diseño con imágenes, scripts y más y más texto o complementos de carga externa, pueden suponer que nuestro blog tarde una eternidad en cargar.
– Con los dispositivos móviles tan presentes, es vital a día de hoy que el diseño se adapte al tamaño de las diferentes pantallas, ya sean móviles, tablets o pantallas de ordenador. Debes tener en cuenta las distintas resoluciones de los dispositivos de los navegantes y que el diseño sea capaz de ajustarse correctamente a ellos.
– En el diseño también se tiene en cuenta la estructura del blog. Por ejemplo, la creación de categorías o etiquetas donde englobaremos temas recurrentes. Es recomendable no excedernos en crear muchas categorías, sino mejor escoger las correctas y justas.
El contenido
Los posts o artículos son los reyes del blog, ya que son los principales encargados de darle al sitio web el éxito perseguido. Para ello es necesario saber escribir correctamente y tener unas mínimas nociones de componer y presentar textos. No está de más que tengas alguna clase de corrector habilitado o disponible para evitar errores, y es bueno releer varias veces el post antes de publicarlo para identificar cosas que quieras cambiar.
Aunque se supone que debes escribir siguiendo tu línea editorial y lo que necesitas o buscas transmitir a tus lectores, también podemos redactar de una forma que atraiga a más gente. Por ejemplo, la forma de escribir los títulos es primordial, ya que es lo primero que leerá el navegante y puede suponer que se decante por leer el post o no. Por ello, escribir títulos con gancho es todo un acierto.
Otro consejo es que escribas sobre temáticas que te gusten, ya que te ayudará a redactar los textos de una forma más dinámica y llevadera. A no ser que descubras que a tus visitas les ha encantado tu post sobre la fluctuación de los campos gravitatorios de los satélites de Urano, aquel que publicaste de forma peregrina y sin intención de hablar más sobre él, y vuelvas a hablar sobre ello para repetir el éxito. Siempre es buena idea forzarse a escribir más artículos relacionados con los posts más exitosos del blog, ya que es una forma de empatizar con nuestro público. Aquí simplemente interviene el gusto de cada uno por escribir lo que le gusta personalmente o lo que agrada al público, o una combinación de ambas vertientes.
Sobre la extensión de cada post, todo dependerá de la temática y público que quieras atraer. Se supone que lo justo puede ser un artículo de unas 300 palabras, pero si aportas mucha información relevante y valiosa para el internauta, una extensión más larga es siempre bienvenida y puede ser mejor para el posicionamiento. Podemos tener un público acostumbrado a los artículos cortos, o bien que gusten de posts más extensos y profundos.
Por supuesto otro factor es la cantidad de publicaciones que hagamos. Es mejor tener plazos de entrega prefijados, como por ejemplo, escribir cada día, pero no hay garantías de que siempre estemos disponibles para cierta cantidad de trabajo. Y también lo ideal sería escribir cuanto más mejor, pero igualmente, no somos robots escritores prolíficos. Por ello, mejor centrarse en la calidad, y respetar una continuidad razonable. Si no podemos escribir todos los días porque vemos que nuestra redacción se resiente y editamos cosas poco relevantes, mejor esperarse a publicar un sólo artículo por semana. Seguramente al hacerlo en unas condiciones más relajadas, crearemos un post de mejor calidad.
SEO
Esta palabra da un poco de escalofríos, y es que actualmente, cada vez sabemos menos de SEO que antes. El SEO, o posicionamiento, es emplear técnicas que nos permitan mejorar nuestra posición en los buscadores. Esto por ende, se traduce en más visitas y en un mayor éxito para nuestro blog.
Los buscadores, y concretamente Google, que es quien maneja el cotarro, cada vez juegan más al despiste y se han vuelto más y más infranqueables. Podemos leer mucha información SEO y a la vez, leer otros datos totalmente contrarios, y en esto ayuda el hermetismo de Google por descifrar su manera de trabajar.
Un ejemplo sería la cantidad correcta de palabras que debe tener un post. En ciertos sitios hablan de 300, en otros 1000 y en otros incluso 2500 palabras. Por ello muchas veces no existe consenso cuando hablamos de ciertos temas de SEO.
Aun así hay cosas que no han cambiado mucho. Si recibimos muchos enlaces externos, nuestro blog será más valioso a ojos de los buscadores, porque es una manera de demostrar que otros sitios web están enlazando nuestra página como referencia o contenido útil. Aunque en el pasado se podían realizar muchos trucos para falsear las técnicas SEO, mi recomendación es que no hay mejor SEO que el trabajo constante presentando contenido relevante.
Ofrecer un contenido valioso para nuestros lectores es la mejor forma de posicionarse, posicionamiento orgánico que se dice, que es el que se realiza de manera natural. Si publicamos algo muy interesante y que gusta a la gente en general, es más probable que alguien quiera enlazarnos o mencionarnos. Esto provocará que mejoremos nuestro posicionamiento.
Existen otros 200 valores que Google, por ejemplo, tiene en cuenta para valorar nuestro blog, como la edad del dominio, si existe contenido duplicado, la cantidad de páginas que tiene el blog, etc. Es un campo muy extenso en el que es difícil ahondar, porque no existen directrices muy claras. Eso sí, es bueno saber que Google tiene mucha experiencia y es muy listo, por eso más vale no probar ninguna técnica en la que intentemos engañarle o podemos salir mal parados. El mejor SEO, como hemos dicho en el párrafo anterior, es publicar contenido interesante para la mayoría de lectores, lo demás viene solo.
Redes sociales
Aunque nuestra principal plataforma sea nuestro blog, no debemos desdeñar las diferentes redes sociales. Crear perfiles en ellas para publicar nuestros titulares de cada artículo del blog, es otra forma de atraer visitas y una clase de público más directo. Desde Facebook, Twitter, Google+ o el tan de moda Instagram, es bueno nutrirse de cualquier red social a modo de escaparate. Incluso podemos publicar vídeos en Youtube por cada artículo que publiquemos en nuestro blog, enlazando la URL del post en la descripción del vídeo.
Aunque sea un trabajo duro, podemos recibir gratas sorpresas y de paso mejorar nuestro SEO. Incluso hay plataformas específicas como Pinterest para imágenes, LinkedIn para profesionales o Devianart para cualquier cosa relacionada con el arte, que nos pueden ser muy útiles si nos dedicamos a esa temática en nuestro blog.
Igualmente podemos relacionarnos con otros blogueros, y más si comparten nuestra propia temática. Debemos verlos como una fuente de inspiración más que una competencia, y siempre podemos sacar algo bueno de interactuar con ellos. Visitar y leer otros sitios web puede enriquecernos a nosotros y servirnos para evolucionar en nuestra forma de llevar el blog.
Interactuar con nuestra comunidad también es otro punto a favor, por eso es bueno contestar a los comentarios de los lectores, responder a los emails y saber desarrollar una relación estrecha con ellos. Aunque todo puede depender del tiempo que tengamos disponible, una simple frase corta y adecuada puede suponer mucho para las personas que nos visitan.
Por último
Esperamos que estos consejos os puedan servir para dar los primeros pasos en el mundo del blogueo. Aunque no hay nada mejor que la experiencia y cometer fallos, cuanto más podamos leer sobre estos temas en la red, mucho mejor.
Solo nos queda desearos suerte y que pongáis toda vuestra pasión en el proyecto, ya que no hay nada más valioso que las ganas de hacer algo para recibir a cambio el éxito merecido.