Una recopilación de chistes tontos de esos de «Había un…»
– Había una vez un niño tan feo, pero tan feo, feo, que un día su mamá lo llevó de camping y en la noche los coyotes prendieron fogatas para que no se les acercara.
– Había un hombre tan pequeño, tan pequeño que para bajar la acera tenia que hacerlo en paracaídas.
– Era una vez un hombre tan, pero tan optimista, que cuando le dio un infarto dijo que era una corazonada.
– Era un hombre tan pequeño que se subió encima de una canica y dijo: ¡El mundo es mío!
– Había una mujer tan, tan gorda, que para darle el abrazo de año nuevo tenían que empezar desde Septiembre.
– Había una vez un señor tan flojo, tan flojo, que soñó que estaba trabajando y amaneció cansado.
– Había un tipo feo, pero tan feo tan feo, que cuando nació, la madre le dio la espalda en vez del pecho.
– Había una vez una ciudad tan seca, pero tan seca, que las vacas daban leche en polvo.
– Había una mujer tan gorda, pero tan gorda, que cuando se caía de la cama, se caía de los dos lados.
– Había una vez un chico tan tonto, pero tan tonto, que un día se quedó encerrado en un supermercado y se murió de hambre.
– Había una vez un ladrón tan, pero tan tonto, que cuando robaba una tienda, se llevaba los maniquíes para no dejar testigos.
– Era un hombre, tan feo, tan feo, que lo contrataron para quitar el hipo.
– Había una mujer tan gorda, pero tan gorda, que cuando se pesaba, la balanza decía: Continuará…
– Había una vez un chico tan obstinado, pero tan obstinado que se queria tirar de un edificio de 40 pisos y consiguió uno de 20, y se tiró 2 veces.
– Había una fiesta y una señora dijo: «Vamos a tomarnos una foto sin Flash». Y Flash se molestó y se fue.
– Había una vez un hombre tan pequeño, tan pequeño, que en vez de viajar en metro, viajaba en centímetro.
– Era un hombre tan viejo, pero tan viejo que vio el arcoiris en blanco y negro.
– Erase una vez un hombre tan tacaño, pero tan tacaño, que cuando veía la misa los domingos por la televisión, la apagaba cuando llegaba la parte de las ofrendas.
– Había una vez una señora tan gorda, tan gorda, pero tan gorda, que su ángel de la guarda tenía que dormir en otro cuarto.
– Había una vez un tipo tan negativo, pero tan negativo que un día se desmayó y en lugar de volver en si volvió en NO.
– Había una vez un secuestrador tan tonto, pero tan tonto, que secuestró a toda una familia y luego no tenía a quien pedir el rescate.
– Había una vez una vaca que se comió un vidrio, y la leche le salió cortada.
– Había un hombre tan, tan, pero tan, que se creía campana.
– Había un tipo que se vestía tan mal que le decían la caja fuerte porque no había quien le encontrara la combinación.
– Había una vez una olla que no quería ser olla, y las otras ollas le insistieron y le presionaron tanto para que lo fuera, que hasta se volvió una olla a presión.
– Había un campo tan verde, tan verde verde, que las ovejas menores de dieciocho años no podían entrar.
– Había una vez un hombre tan feo, tan feo, que fue a un concurso de feos y lo perdió por feo.
– Había una vez una señora que tenía un ataque de risa, y otro ataque de risa, y otro ataque de risa… Un día la señora se murió e inmediatamente fue traslada para hacerle la autopsia, ¡y no dieron con el chiste!
– Había una vez un tipo tan tacaño, que se tomó una foto del cuello para abajo para que no le saliera cara.
– Había una vez una mujer tan fea, pero tan fea, que mandó su foto por e-mail y la detectó el «antivirus».
Jajajajaaj :D el de los coyotes me encanta…
He puesto tu nueva odisea en el blogroll.
Un abrazo.
Gracias paisano, otro abrazo «pallá».
muy bueno el ultimo
un saludo
jajja, estos chistes crueles me gustan!!! :P
Uy¡ pobre mujer tan fea que la detecta el antivirus… ja ja ja
Que gracia me he hecho el de la olla a presión, no conocía ningún chiste de éstos.
Habia una vez…. una flauta ke de tanto pitar , y pitar , y pitar se kedo sorda jejejejeejejej me le acabo de inventar a ke mola os kiero pongan mas chistes coñoooooooooooo
Era un mendigo tan desgraciado en la vida, que fue a dormir
a un banco de un parque, y cuando se despertó, le querían
cobrar intereses.
era un tipo tan flojo tan flojo pero tan flojo que le decian papanoel porque trabajaba una vez al año y eso que era mentira