Wallapop, Ebay, Milanuncios, Amazon, Facebook marketplace: en la red del derecho tributario

Temas tratados en este artículo:

  • Plataformas de compraventa
  • Impuestos que tienen que pagar sus usuarios
  • Administración de los impuestos

Las empresas del título constituyen sólo algunas de las plataformas online más usadas para vender y comprar objetos de segunda mano. Pero hay más, como Chichfy o Vibbo.

La popularidad de estas plataformas ha crecido mucho en los últimos años. Esto es debido a que los compradores tienen la oportunidad de ganar algo gracias a productos que ya no usan, poniendo así al alcance de varios compradores artículos a un precio competitivo. Y aunque mucha gente piensa que todas estas plataformas han proliferado debido a la crisis económica, simplemente ha sido la respuesta a una necesidad generada por el mercado mismo.

Por ello, Augustino Gómez, co-fundador de Wallapop, ha sido bastante crítico con el impuesto que acaba de anunciar el Ministerio de Hacienda. Desde su cuenta de Twitter ha explicado que de esta forma se está gravando el consumo sostenible.

pago tarjeta internet

Además, se trata de plataformas fáciles de usar, que disponen de apps gracias a las cuales los usuarios reciben notificaciones cuando un comprador está interesado en su producto. El final del proceso de compra, el pago, es ágil: Normalmente es en efectivo, aunque muchos vendedores ya aceptan PayPal, que facilita la compraventa entre individuos de diferentes áreas geográficas.

El debate sobre la regulación de la economía digital, en particular el de si los productos de segunda mano tienen que estar sujetos a tributación, estaba en el aire desde hacía tiempo. Ahora ha vuelto pero con mucha más fuerza cuando un usuario ha preguntado qué tipos de tributos tenía que pagar por una transacción en una de estas páginas. La pregunta fue el casus belli para Hacienda, que ha recordado la necesidad de tributar el 4% del valor de los productos.

¿De dónde viene el 4%?

Pero esto no es todo. De hecho, hubo personas que pusieron el grito en el cielo pensando que Hacienda iba a imponer a todos estos productos el IVA, que en España se encuentra en el 21% para la gran mayoría de bienes. Pero no. Por suerte, antes de que cundiera el pánico entre los apasionados compradores de productos de segunda mano, el propio Ministerio de Hacienda aclaró que estos tipos de operaciones están exentas de IVA. Las transacciones de las cuales hablamos se consideran hechas entre dos particulares, ya que ninguno de los actores involucrados en ellas es una empresa o un profesional como tal.

Eso sí, aunque se logre escapar del IVA, de los impuestos, como de la muerte, no se escapa; tal como nos recuerda siempre desde el siglo XVIII. De hecho, Hacienda recordó que las compras online están sujetas al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP).

El ITP es un tributo autonómico, es decir, es competencia de cada comunidad autónoma recaudar este impuesto. Al ser el impuesto recaudado y determinado por cada comunidad autónoma, puede haber variaciones en el valor del mismo entre una comunidad y otra, aunque en la mayoría de ellas acostumbra a ser un 4%.

¿Quién tendrá que pagar y cómo?

El ITP es por definición un impuesto pasivo, o sea que el 4% viene pagado por quien compra el producto en la plataforma. Es decir, que cuando compramos algo online de segunda mano, el precio incluye el impuesto. Entonces… ¿cómo llega el impuesto desde nuestros bolsillos a Hacienda? Pues bien, hay formas de saltarse el impuesto, por supuesto. Ya lo dice el refrán, “hecha la ley, hecha la trampa”. Pero cuidado, ya que Hacienda va a intentar por todos los medios que estas trampas sean cada vez más difíciles de hacer, y para ello ha pedido las bases de datos a todas las plataformas. A partir de ahora el propio ministerio podrá seguir mejor las transacciones que se llevan a cabo en la misma, y, si hay alguna sospecha de trampa, podrá investigarlas.

¿Y hasta ahora cómo funcionaba?

Todas y cada una de las plataformas de compraventas online, incluyendo a Wallapop, ponen en su web que se eximen de cualquier responsabilidad fiscal, pasando así la patata caliente a los usuarios de las mismas. En todo caso, la responsabilidad de pagar el impuesto está en las manos de quien usa la plataforma. Lo especifica Wallapop, en sus Términos y Condiciones. Sí, esos párrafos que nadie lee y que simplemente se confirma que se ha leído y que se está de acuerdo. Wallapop así se exonera de toda responsabilidad, ya que es el usuario que adquiere el artículo el que tiene que ocuparse del impuesto, obligándole a “mantener a Wallapop totalmente indemne en caso de no dar cumplimiento a dicha obligación”.

Dado que la tarea de pagar el impuesto corresponde a quien compra, serán los propios usuarios los que tengan que encargarse de saber el porcentaje de impuesto correspondiente a su comunidad autónoma. Obviamente, será muy interesante ver cómo cada una de ellas administra y facilita el pago del impuesto.

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