El robot perfecto

Dos amigos se encuentran en un ultramoderno edificio de oficinas en el año 2065.

– Hola Carlos, ¿cómo te va?
– ¡De maravilla, gracias! A propósito, te felicito, ¡qué hermosa secretaria tienes!
– Pues ahí donde la ves, resulta que es un robot.
– ¡Ah! ¿Un robot? A ver, explícame.
– Mira, además de guapa, domina ocho idiomas, doscientos dialectos y doce códigos alfanuméricos. También sabe utilizar el ordenador, conoce el Word, Access, Excel, Power Point o el sistema que tú le digas, es una máquina de la ofimática. Y si le aprietas la teta izquierda, te toma dictado, y apretándole la derecha, te repasa la agenda. Aparte, si le lames la oreja derecha, te sirve café, le lames la izquierda, y te pone el azúcar. Y eso no es todo. Hace el amor mejor que cualquier mujer de carne y hueso.

robot

– ¡Pero qué me dices!
– ¡Como te lo digo! Si es una maravilla… es más, si quieres, te la presto un rato para que te ayude en tus tareas.

El hombre acepta y se la lleva supuestamente a su despacho. A los pocos minutos, desde el baño se escuchan unos alaridos espeluznantes.

– ¡Aaayy! ¡Aaayyy! ¡Aaauuuuxiiiiliooo!, ¡¡¡Ayúuudenmee por favooorrr!!!”

Al oírlos, el amigo dueño del robot sale corriendo hacia el baño gritándole al otro:

– ¡Carlos! ¡Carlos! Perdona, que se me olvidó decirte que por el culo… ¡¡¡ES UN SACAPUNTAS…!!!

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