¿Qué es el injerto capilar?

cabello

El injerto capilar es una técnica en la que se trasplanta cabello en las áreas donde hay una mayor carencia o una falta total del mismo. Esta insuficiencia de pelo se produce generalmente por cuestiones genéticas o distintas alopecias.

A este método también se le denomina microtrasplante folicular, y se trata de una intervención sencilla, por lo que no conlleva muchas complicaciones y es una de las mejores soluciones para recuperar el cabello perdido.

Dicho tratamiento es algo bien conocido por estas tres clínicas especializadas en injerto capilar, las cuales han realizado numerosas intervenciones con resultados sumamente satisfactorios entre todos sus pacientes.

Aparte, es un método que no sólo sirve para hombres, pues aunque suelen ser los más afectados por la calvicie, también se puede realizar en mujeres que experimenten una fuerte caída del cabello.

No hace falta tampoco estar calvo para querer someterse al trasplante de cabello, pues podemos optar a la intervención si deseamos aumentar el volumen de nuestra cabellera o simplemente necesitamos cubrir otras áreas en las que tengamos poca densidad capilar, como barba, cejas o la zona genital.

También hay muchas personas que se han sometido al injerto capilar a raíz de recibir tratamientos por quimioterapia o radioterapia.

Esta versatilidad es posible porque el injerto capilar se puede realizar en cualquier zona del cuerpo en la que exista o hubiera nacido cabello en el pasado.

¿Cómo se realiza el injerto capilar?

Lo primero es efectuar un estudio capilar del individuo, pues se debe valorar la viabilidad de la intervención examinando las características del sujeto, la clase de alopecia que tiene y las zonas de la cabeza que habrá que cubrir con nuevo cabello.

En cuanto se determinen las necesidades del paciente, se realizará un patrón de las áreas de la cabeza que requieran el trasplante de cabello.

Para llevar a cabo el injerto capilar, normalmente el médico especialista seleccionará unos pequeños folículos mediante diminutas incisiones en el cuero cabelludo del individuo.

Pueden ser de la parte posterior de la cabeza o de otras zonas del cuerpo, siempre dependiendo del procedimiento empleado. Actualmente, los principales métodos que se utilizan son la técnica Fuss, la Fue o la de la tira.

Posteriormente, estos folículos serán fraccionados en unidades foliculares que suelen tener de uno a tres cabellos. Estas secciones tienen todo lo necesario para que el cabello pueda crecer, como papilas dérmicas (células dérmicas), glándulas sebáceas, folículos (células germinativas) y grasa subcutánea.

El siguiente paso será introducir las unidades de cabello en las zonas receptoras ayudándose de una pinza de microcirugía. Habrá que respetar el mismo ángulo o dirección del cabello original para lograr un acabado natural.

En este proceso también se tendrá en cuenta la estética particular de cada sujeto para distribuir las unidades foliculares, ya que se buscará repartir el cabello de forma natural y así lograr un efecto final óptimo.

Tras realizar la intervención, los únicos cuidados que tendremos que seguir son emplear un champú antiséptico y eludir las saunas, realizar ejercicio físico (para evitar la sudoración excesiva) y la exposición solar para evitar marcas de cicatrices.

Cuando hayan pasado diez días desde la operación, podremos volver al especialista para que nos retire los puntos.

Beneficios del injerto capilar

Cualquier tratamiento estético nos ofrece una serie de ventajas que suelen estar relacionadas con la confianza en nosotros mismos y vernos bien de cara a los demás.

El injerto capilar tiene una eficacia científica constatada por un gran número de profesionales. En este ranking de la SER podemos ver algunas de las mejores clínicas especializadas en este tratamiento que avalan el éxito de esta técnica.

Gracias a estos resultados tan exitosos y seguros, se puede asegurar que el injerto capilar es perfecto para recobrar nuestra autoestima en caso de que no nos sintamos cómodos con nuestra calvicie o cualquier otra carencia de cabello.

Y en caso de que nosotros mismos seamos los donantes de cabello, tendremos prácticamente el 100% de seguridad de que el cabello injertado se asentará sin rechazos y sin dejarnos cicatrices.

También cabe destacar que como se emplea anestesia local y es una cirugía simple como las que se realizan en ambulatorios, no necesitaremos quedarnos hospitalizados. Tampoco debemos temer por cualquier malestar, ya que es una intervención indolora.

Otra ventaja es que las unidades foliculares que se injertan con esta clase de operaciones, nos durarán toda la vida, siendo una solución estética permanente.

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