Mientras paseaba por el inmenso parque, un hombre vio a otro que estaba abrazado a un árbol, con una oreja ajustada fuertemente contra el tronco.
Viendo esto, el hombre preguntó:
– Sólo por curiosidad, ¿qué está haciendo?
– Estoy escuchando la música del árbol-, respondió el otro.
– Vamos, vamos… tiene que estar bromeando.
– Por supuesto que no. ¿Quiere escuchar?
No pudiendo más con su curiosidad, el paseante dijo, -«Está bien…», así que colocó sus brazos alrededor del tronco y acercó su oreja.
A todo esto, va el otro, le pone un par de esposas, le quita la billetera, los anillos, el reloj, las llaves del coche, toda la ropa y se va corriendo. Tres horas después, otro caminante pasó cerca, vio al hombre desnudo, esposado al árbol, y le preguntó:
– ¿Qué le ha pasado, hombre?
El hombre le contó la terrible historia de cómo y porqué se encontraba allí. Cuando terminó de contarle lo sucedido, el otro movió la cabeza en señal de comprensión, caminó hasta quedar detrás de él, lo besó suavemente en la oreja y mientras se bajaba la bragueta, le dijo al oido…
– Me da que hoy no es tu día, campeón…
Gracias a Nienna por enviarme el chiste ^_-
Jujuuuuu que bueno, este no lo conocía, anda que eso si que es un mal dia jopetas :-)