Un hombre estaba sentado en el avión al lado de una tierna niñita. El hombre miró a la niña y le dijo:
– ¿Hablamos? He oído decir que los vuelos parecen menos largos si uno conversa con la persona que tiene al lado.
La niña, que acababa de abrir un libro para ponerse a leer, lo cierra lentamente y dice con voz suave:
– ¿Sobre qué le gustaría conversar?
– Pues no sé, -dijo el hombre- ¿Qué tal física nuclear? Y mostró una gran sonrisa.
– Bueno, -dijo ella-. Ese parece ser un tema interesante. Pero déjeme hacerle una pregunta primero. Un caballo, una vaca y un ciervo comen lo mismo: hierba. Pero el excremento del ciervo es como bolitas pequeñas, el de la vaca es una pasta y el del caballo parece una pelota de pasto seco.. ¿Por qué cree que sucede eso?
El hombre, visiblemente sorprendido por la inteligencia de la niña, lo piensa un momento y le dice:
– Hmm, pues no tengo ni idea.
Y entonces la niña le contesta:
– ¿De verdad se siente cualificado para discutir de física nuclear cuando no sabe nada siquiera de una mierda?
menuda niña repelente!!!!jeje
jajajajajajaja, que cabr*na la niñata.