Cuando queremos conocer cuál será nuestro futuro en aspectos tan importantes como el amor pero también la familia o el trabajo, debemos asegurarnos de contar con verdaderas videntes buenas sin gabinete.
Aunque la lectura del Tarot se aprende, la videncia es un don con el que se nace. Las personas que lo tienen son pocas y especiales y solo ellas podrán ayudarnos a conocer lo que nos depara el futuro.
La videncia sin gabinete
Cuando hablamos de gabinete nos referimos a un call center o a una centralita a la que llegan múltiples llamadas de teléfono que se desvían a una u otra supuesta vidente. Sin embargo, la videncia solo se puede realizar en el entorno de la vidente y no a través de un servicio totalmente impersonal y poco íntimo.
Aprende a diferenciar las videntes buenas de las que no lo son
Es importante comprender que la videncia no es una cuestión de aprendizaje sino una capacidad con la que se nace. En ocasiones, cuando llamas por teléfono a una supuesta vidente, no sabes si la persona que hay detrás tiene realmente un don o se trata de alguien que ni siquiera sabe echar las cartas del Tarot. Es de vital importancia que te asegures de que la persona que hay al otro lado de la línea es realmente una vidente, por eso te será de gran ayuda consultar las más recomendadas por su volumen de aciertos.
- Si te pregunta datos muy concretos sobre tu vida y te anima a que expliques tu situación de manera muy pormenorizada puede que esa persona no tenga la capacidad de predecir el futuro.
- Ten en cuenta que una clarividente real se apoyará en las cartas para darte respuestas.
- La predicción del futuro es un momento íntimo, de concentración y conexión entre las dos personas. Si es una centralita, un call center o un gabinete quien te atiende al teléfono no te fíes. Las videntes buenas no trabajan así, en una oficina y con un servicio de teleoperador.
- Desconfía de quienes no respondan de forma clara y directa a tus cuestiones, de aquellas que quieran cambiar de tema o desviar tu atención.
- Olvídate de aquellos que te obliguen a llamarles cuando ellos quieran o que recurren al chantaje o a algún tipo de coacción.
- Siempre debe atenderte la misma persona, es dudoso que cada vez que llames se ponga al teléfono una persona diferente.