Una ardilla adorable, que no es lo que parece. ¡Cuidado con los animales cándidos! Una bestia se esconde en su interior.
Niña: – ¿A que te gustan las nueces verdad? … He, he, he, me haces cosquillas. … Perdona, pero ya no me quedan más nueces.

Ardilla violenta: – Dame más nueces… ¡o te rebano!


Un poco macarra si que es, y yo que pensaba que las ardillas eran de lo más pacíficas :-S