La muñeca cagona

Estas eran tres hermanas: dos de ellas salían a coser todos los días y la más pequeña hacía la casa, iba a los recados, preparaba la comida… Vivían en las afueras y para ir al mercado, tenian que pasar por la orilla de un basurero. Mira por donde un día, al pasar por allí la más pequeña, vio una muñeca tirada, ya vieja y fea. La recogió y se la llevo a su casa.

muneca cagona-cuento

Las hermanas le dijeron:

– Anda, tírala ¿Pero no ves lo sucia que está?

La lavo, la escamocho y la acostó con ella. Al poco de estar acostadas, oyeron a la muñeca:

– Cagar, cagar yo quiero.

– ¡Hala!, al orinal.

Se volvieron a acostar y, al poco rato, otra vez:

– Cagar, cagar yo quiero.

Al orinal otra vez… Ya estaba el orinal hasta arriba…

orinal muneca cagona

– Cagar…

Y las hermanas le dijeron:

– ¡Pero tírala!

– ¡Pues no nos va a dar la noche!

Pero ella no quería tirarla.

– ¿Dónde la voy a poner ya? Pues en la cocina, entre las cenizas, que cague allí

Allí cago todo lo que tuviera que cagar.

Se levantaron por la mañana y eran duros y onzas lo que había cagado la muñeca… ¡Todo dinero! ¡Se pusieron de contentas que para qué! Estaban deseando que llegara la noche para irse a la cama.

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Así estuvieron varias noches y se hicieron muy ricas. Hasta iban a coser en coche.

Y la mujer de un zapatero, que vivía enfrente dijo:

– ¿Pero qué les habrá pasado a las modistillas, que antes eran tan pobres y ahora hasta tienen coche?- Y dijo al marido:- Yo he de enterarme de lo que pasa. Mira, ahora que no están las dos mayores, voy corriendo como que tu me quieres pegar una paliza.

Llegó…

– ¡Ay, que bruto es este hombre! ¡Como me vea, me mata! Anda, déjame esconderme aunque sea debajo de tu cama.

La niña la dejo entrar y la metió debajo de su cama. Y allí pasó toda la tarde.

Cuando llegaron las hermanas, cenaron y se acostaron. Ya no se volvió a acordar la niña de la mujer del zapatero.

A medianoche, la muñeca pidió cagar. Y la mujer del zapatero vio como cagaba duros y onzas. En cuanto las hermanas se volvieron a quedar dormidas, cogió la muñeca y se la llevó a su casa.

Estuvo toda la noche:

– Muñequita, ¿quieres cagar?

– No.

– Muñequita, ¿quieres cagar?

– No.

En esto, que ya dijo:

– Cagar, cagar yo quiero.

La puso y todo, todo, todo lo llenó. La vecina, tan contenta, esperó a que fuera de día.

Cuando empezó a clarear, vio que todo lo que había cagado era mierda. Cogió a la muñeca y la tiro por el balcón.

¿Donde fue a caer?

Al corral del Rey. Salió el hijito del Rey a hacer sus necesidades, cogió la muñeca, se limpio el culo con ella y no se la pudo despegar. Llamo a sus criados, ¡pero no había quien se la quitara del culo! La muñeca la llevaba a todas partes que iba en el culo pegada.

Echaron un pregón:

– ¡Que al hijito del Rey se le ha pegado una muñeca en el culo y no puede nadie quitársela! ¡que la que se la quite, se casa con él!

Pues fueron las modistillas y, en cuanto vio la muñeca a la mas pequeña, se quito de con el hijo del Rey y se fue con ella.

De modo que allí celebraron su boda, fueron felices y a mi no me dieron nada.

muneca cagona cagar quiero

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11 comentarios en «La muñeca cagona»

  1. Jajajaj me dio tanta risaaa jaja q m hermana se cagooo (de la risa) jajaj muy buenaa la historiiaaa buenisimaaaa.
    AGUANTE SANTA FE CAPITALL

  2. jajajaaj hola a me dio risa lo de cagar cagar yo quiero jaajaa y tambien me dio risa que la hermana se caso ella fue a la boda y ella dijo y a mi no me dieron nada

  3. Fue buena esa histori quiero una muneca para miiiiiiiii jaajajajajajjajajaja megusto mucho difruTela mi hermano le gusto al principio creia que era de terro>

  4. Muy buenas, Dav. Soy cuentacuentos y el otro día conté este. Mi madre me lo contó con algunas variaciones. Estoy haciendo un trabajo sobre sus posibles orígenes. Yo sólo he encontrado fuentes de este cuento en Almería. Me gustaría saber de dónde eres tú y tu abuela para seguirle la pista al cuento. Muchas gracias por anticipado. Te felicito por compartirlo, contribuyes a que el cuento siga vivo.

  5. Hola Amor, yo lo encontré en un libro que se llamaba «Cuentos de los Siete Vientos», de Julio Camarena Laucirica, Alborada Ediciones, S.A. 1987. La Locomotora Cuentos maravillosos da la tradición oral pan-hispanica

  6. Me ha llamado la atención,mi madre lo contaba en las noches deinvierno setadas alrededor de la lumbre.No me gustaba.Pensé que era cuento local.Mi gran sorpresa es conocido a nivel nacional.
    Quiero recordar que tenia alguna moraleja.
    Viva la tradicción oral

  7. Ese fue el único cuento que mi madre me contó, ella no era muy dada a mimarme y menos a contarme cuentos; a lo largo de mi infancia y mi juventud le pedí que me lo contara nuevamente una que otra vez, y siempre me decía «pero apréndetelo, es la última vez que te lo cuento» ahora tengo 63 años y mi madre 86 y acordándome anoche del cuento de la muñeca cagona, le pedí que me lo contara nuevamente, esta vez con el fin de que deje de ser una versión oral. Simultáneamente pensé en el Internet, allí está actualmente todo el saber del mundo, y ¡oh grata sorpresa! encontré el único cuento que escuché en mi infancia. Próximamente presentare mi versión para enriquecer la historia de este cuento tradicional.

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