El mejor plan para hacer en Córdoba

La ciudad tiene muchos argumentos pero la Mezquita es el principal

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Se trata de una visita imprescindible. Es lo más fotografiado de Córdoba y no defrauda a nadie. Desde fuera ya asombra, pero su interior deja boquiabierto. Nos sumerge en un viaje en el tiempo que nos recuerda lo más majestuoso de la época musulmana en la ciudad.

Cerca de dos millones de personas visitan cada año la mezquita de Córdoba, y a la visita general hay que sumar la visita guiada nocturna o la subida a la Torre del Campanario. Son los itinerarios más demandados por los turistas que recibe la ciudad. Y no es extraño, ya que la mezquita es la joya del casco histórico de Córdoba, y el más impresionante de sus cuatro títulos de Monumento Patrimonio de la Humanidad. Por cierto, es la única ciudad de Europa que reúne cuatro de esos reconocimientos de Patrimonio reconocidos por la Unesco.

Las entradas para la mezquita de Córdoba han de adquirirse con antelación, porque en las taquillas las colas pueden superar los 45 minutos de espera. Y es que vale el esfuerzo de esperar para ver este imperioso templo. En su momento fue la segunda mezquita más grande del mundo, por detrás de la de La Meca; actualmente es la tercera de mayor tamaño que se conserva.

Por eso merece la pena contratar una visita guiada mezquita de Cordoba y descubrir toda la historia que esconden sus muros. Se comenzó a construir en el año 786 d.C., y con cada gobernante fue sometida a ampliaciones, como demostración de poder, que le han hecho llegar hasta la superficie de 23.400 metros cuadrados que tiene actualmente, y a contar con el esplendor variado de sus ornamentaciones.

Lo cierto es que no siempre ha sido una mezquita. Ya en el año 1238, tras la Reconquista, se transformó en Catedral y 300 años más tarde se construyó una basílica renacentista en su interior. Por estos y múltiples argumentos más, es una fuerte competidora de la Alhambra de Granada.

Una curiosidad que la hace completamente única

El muro de la quibla debe estar siempre orientado hacia La Meca en toda mezquita que se precie de los tiempos de Al-Ándalus. No ocurre así en la Mezquita de Córdoba, la cual tiene además huellas de otras civilizaciones que se asentaron en la ciudad, como la romana y la judía.

Pero, ¿por qué su quibla no mira a La Meca? Pues está orientada hacia el sureste (hacia el río Guadalquivir) porque se adaptó a los límites urbanísticos de los planos de esa época tardorromana de la ciudad. Esta afirmación es la que han deducido los estudios arqueológicos, descartando así el mito de que imitaba a la Mezquita de Damasco.

La mezquita de Córdoba es el mayor exponente del esplendor musulmán en Europa. Pero además muestra la evolución de los estilos Omeya, Gótico, Barroco y Renacentista. Fue incluso un lugar sagrado en el que convivieron las religiones cristiana y musulmana. Cada Califa que dominó en la zona hizo cambios con la intención de dejar su huella. Después los cristianos hicieron lo propio, y cuando Fernando III de Castilla conquistó Córdoba en 1236, la Mezquita fue consagrada como Catedral.

Más secretos que buscar en la Mezquita de Córdoba

Abderramán I fue el Califa que ordenó su construcción y lo hizo aprovechando la basílica visigoda San Vicente que había ya en el lugar, y sobre cuyos restos se levantó la Mezquita actual.

La Torre del Campanario se construyó sobre los restos del Alminar en el que se enterró al emir Abderramán III, cuyos vestigios aún se pueden ver.

Tiene 1.300 columnas que forman un maravilloso bosque de arcos y dovelas blancas y rojas, la imagen más característica de la Mezquita que podrás ver en la mayoría de las fotos de sus visitantes, imagen ésta casi símbolo de la ciudad de Córdoba.

El resto de secretos tendrás que descubrirlos durante tu visita a esta maravilla histórica. Además, recomendamos a ser posible, que disfrutes de todas las opciones que ofrecen en Cordobatickets para conocer Córdoba, y descubrir toda la historia y los rincones que la componen.

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