Te gusta Internet, tienes una gran idea que piensas que puedes poner en práctica y que alcanzará el éxito. Además, no quieres convertirte en uno de los 90 españoles de cada 100 que desean trabajar por cuenta ajena o ser funcionarios.
Bienvenido al mundo de los emprendedores… ya tienes algo muy importante ganado: capacidad de riesgo. Aunque te parezca increíble, uno de los secretos del éxito de los creadores de empresas pasa por esa delicada decisión: arriesgarse o no. Te has decidido, empieza un trabajo nada fácil y como bien intuyes, lleno de dificultades y desafíos a cada paso.
La habilidad más valiosa: el sentido común
La idea se tiene que materializar en una empresa y no te engañes, aquí no hay ni vieja ni nueva economía, sólo empresas con éxito o sin él. En el caso de que tu proyecto vaya encaminado al negocio entre empresas (B2B) tendrás más posibilidades de éxito que si lo dedicas directamente a los consumidores (B2C).
Rápidamente vas a pasar de emprendedor a empresario en una transición apenas perceptible. ¿Pero de verdad sabes qué implica montar y gestionar una empresa?
Quizás te sirva recibir un primer consejo sencillo: aplica el sentido común a la mayoría de las decisiones, rodéate de personas con las mismas ganas que tú y que te aporten los conocimientos empresariales que a ti te faltan.
No es bueno tratar de abarcar un negocio muy amplio. En Internet es mejor concentrarse en nichos de mercado. Aunque parezca obvio, es útil materializar las ideas por escrito y contrastarlas con otros empresarios que tengan un mínimo de experiencia. Ellos podrán aconsejar sobre la viabilidad de la empresa. Si no lo ven claro tampoco hay que deprimirse: los éxitos en Internet, como en cualquier otro sector, sólo los intuyen unos pocos al principio.
Obtenida la idea, el siguiente paso es conseguir la financiación. Muchos bancos de inversiones o business angels (inversores particulares) están deseando conocerte para invertir en tu empresa y convertirse en tus socios. Su trabajo consiste en eso, por tanto, cuando hables con ellos, no pienses que te están haciendo un favor. Pero cuidado con las presentaciones: no valen unos cuantos folios con tus ideas. Tienes que elaborar un plan de negocios que responda a cualquier pregunta que se les pueda ocurrir.
Ha de ponerse especial énfasis en analizar el mercado y su evolución, en la estrategia de la empresa, en las posibles acciones de marketing a desarrollar, etc. Las preguntas, como supones, curiosamente versan, la mayoría de las veces, sobre cifras… y sobre los equipos que las van a llevar a cabo. Por eso es bueno rodearse de expertos que ayuden a realizar el plan de negocios y prepararse para pasar un examen en profundidad con los inversores.
Los posibles socios buscan que seas capaz de materializar lo que propones. No vendas falsas expectativas, ni mundos inalcanzables, pero dale ese punto de entusiasmo que sólo tú vas a saber poner en tu proyecto. Analiza tus puntos fuertes y no te olvides de los temas que no conoces. Contrata a los mejores profesionales, que curiosamente no suelen coincidir con esos amigos tan simpáticos que están dispuestos a entrar en tu empresa cuando la crees.
Si tienes los inversores y tienes el equipo, ponte una fecha para lanzar la empresa on-line. No tengas miedo a los errores, en Internet, al comienzo, puedes aplicar el principio de acción-error-rectificación. Pero cuidado, no abuses de esa práctica. Tanto tu equipo como tú debéis poneros objetivos claros y definidos a corto plazo; ya sabes lo que quiere decir esto en Internet…tres o cuatro semanas a lo más.
No te ates a la idea inicial, si ves que no funciona como esperabas, cambia, antes de que te cambien. Pero, eso sí, informa siempre a tus socios de los nuevos planes. En unos meses verás los resultados. Si son positivos, no debes bajar la guardia. En ese justo momento, hay otros emprendedores queriendo hacer lo mismo, sin esos pequeños errores que sabes que tiene tu empresa.
Muchos se quedan en el camino pero su experiencia es oro
Después de un tiempo, me temo no tan rápido como nos han querido hacer creer, tendrás una empresa consolidada a base de mucho esfuerzo. La mayor satisfacción: ver tu idea materializada y. además, ganando dinero.
Otros emprendedores se habrán quedado en el camino. No obstante, la experiencia adquirida les puede servir para volver a intentarlo o para buscar un buen trabajo de los cientos que demandan, y no cubren, las empresas de Internet. Si al final no quieres pasar por todo esto, piensas que lo anterior son tonterías y que es más fácil ganar mucho dinero en poco tiempo, lo tuyo, sin duda, es el ciberpelotazo. Cierra esta revista y date mucha prisa… Me temo que estás llegando tarde.
